2 mar 2014

La calidad de la democracia

Apuntes sobre un presupuesto municipal

Miles de ayuntamientos se enfrentan a la difícil tarea de distribuir los recursos con que cuentan, escasos en tiempos de crisis. Ante el desapego de la política, son dignas de elogio aportaciones de los ciudadanos hacia esa actividad de los municipios, para conformar una democracia más participativa.

En ese sentido se enmarca este artículo de Felipe Molina Gámez, tesorero de Liberales e Independientes por Manzanares (LIM), población castellano-manchega en donde se ubica la sede social de la Escuela de Ciudadanos. Animamos a otros ciudadanos y partidos a que nos envíen sus propios puntos de vista sobre esta cuestión u otra que signifique una mejora en la calidad de nuestra democracia.

Todo esto no funciona, 
van camino del abismo

El LIM cree que las propuestas de gasto del PP no están encaminados a crear más capital rentable, sino a comprar voluntades y a buscar rentabilidad política

La creación de un museo del queso y la ampliación de un polígono industrial exigen excesivos fondos

Por Felipe Molina Gámez (*)

Próximo a inaugurarse el denominado Museo del Queso manchego, preludio de una larga serie de actuaciones y obras que llevarán a la institución municipal a la quiebra, actuaciones que tienen, como único objetivo ofrecer algo a la ciudadanía de cara a las próximas elecciones locales, y dada la pésima marcha de la legislatura, desde Liberales e Independientes por Manzanares (LIM), una vez conocidas todas las propuestas de gasto, tenemos que manifestar lo siguiente.

Técnicamente, otros las llaman inversiones, pero nosotros las llamamos simple y llanamente propuestas de gastos. Porque, en su mayor parte, no son recursos encaminados a crear más capital rentable, sino simplemente destinados a comprar voluntades y a buscar rentabilidad política.

En primer lugar, la construcción del denominado Museo del Queso, en la llamada casa de Malpica, después casa del Deporte, en la calle de las Monjas esquina con Manifiesto, es un error de proporciones mayúsculas, que tendrá que sufrir la ciudadanía manzanareña presente y futura.

Un error no solo por la cantidad de dinero gastado, con un presupuesto de salida de 600.000 euros, que excederá los 750.000 una vez finalizadas las obras, debido al mal estado en que se encontraba la edificación inicial, sino además por el elevado coste de mantenimiento y funcionamiento, que un Museo permanente de estas características conlleva: gastos de personal, ambientación y amortizaciones.

Recursos públicos desmedidos

Podría parecer que tenemos algo en contra de nuestros quesos. Nada más lejos de la realidad. Desde el LIM, nos sentimos muy orgullosos de la producción alimentaria de nuestra localidad, de nuestra comarca y de nuestra región.

Pero una cosa es la promoción y el apoyo institucional a nuestra producción agropecuaria en grado mesurado, racional y razonable y otra es emplear unos recursos públicos desmedidos, y constantes, en un sector que es y debe ser, como liberales que somos, estrictamente privado. Y compete a ese sector privado la publicitación y venta de sus productos.

Sabemos que esta obra, una vez terminada, contará con una ayuda pública de los fondos europeos de 240.000 euros. Pero, de todas formas no compensa, ni para el municipio, ni para los europeos. Entre los cuales también nos encontramos nosotros, por lo menos a la hora de pagar impuestos.

Porque es de nuestros impuestos de donde salen este tipo de extraños fondos, que se conceden a diestro y siniestro por todo el orbe europeo y que por donde pasan van dejando su rastro y unte económico.

Ampliación de un polígono excesiva

En segundo y último lugar por hoy, y contestando a una intervención del alcalde Antonio López de la Manzanara (PP) en el pasado pleno del mes de enero, en el que hacía referencia a la ampliación del Polígono Industrial de Manzanares, tenemos que decir que la propuesta de gasto de 2,2 millones de euros para construir un polígono de 500.000 metros cuadrados, nos parece en los actuales momentos absolutamente innecesaria y desproporcionada, máxime teniendo que acudir al endeudamiento público en tan considerables proporciones.

Afirmamos que nos va a resultar muy caro, conociendo las imágenes de cientos de polígonos industriales en toda España vacíos y las correspondientes haciendas locales en bancarrota a causa de estos desatinos.

Parece ser, según las palabras del alcalde, que habría algunas empresas interesadas en instalarse en Manzanares que necesitarían una cantidad grande de espacio. Siempre, ya digo, según las parcas palabras del alcalde. Nos alegraría muchísimo que así fuera. Pero para ello no serían necesarios más de 40 o 50.000 mil metros cuadrados. Ni siquiera haría falta la construcción de un nuevo polígono industrial ex profeso.

Tan sólo tendrían que incorporarse al ya existente esos terrenos aledaños y aprovechar las infraestructuras de agua y suministro eléctrico ya existentes o ampliar algunos viales. Poco más. Así como facilitar a esas empresas la tramitación de todo tipo de asuntos burocráticos para su instalación.

Además, téngase en cuenta que en el Polígono Industrial hay decenas de naves e instalaciones de tamaño pequeño y medio que están vacías. Entonces ¿cómo se puede justificar semejante cantidad de dinero gastado teniendo en cuenta que hoy en día muchas empresas emplean muy poquito personal y que además son de localización muy variable?

Maniobras propagandísticas

De poco nos valen todas la maniobras propagandísticas y puestas en escena orquestadas por el equipo de gobierno local. Todo este tipo de actuaciones intervencionistas de corte excesivo, grandilocuente y cuasi faraónico no funcionarán, al menos a medio y largo plazo.

Lo que si funcionará, pero en sentido negativo, será la deuda contraída y los gastos de mantenimiento de estas instalaciones, los cuales tendrá que sufragar, de hecho ya lo está haciendo, la sociedad civil manzanareña vía impositiva.

Estamos convencidos de que estas decisiones, y en su conjunto el cambio de rumbo de la política local del Partido Popular (PP) que gobierna en Manzanares, obedecen únicamente a un intento a la desesperada de ofrecer algo al pueblo, aunque sea humo o expectativas muy vagas.

Electoralismo puro y duro. Una huída hacia adelante para maquillar una legislatura decepcionante, política vieja y caduca, política keynesiana o de intervención pública del siglo XX, que ha demostrado su inutilidad a la hora de crear auténtica riqueza para la sociedad civil.

(*) Felipe Molina Gámez es Tesorero de Liberales e Independientes por Manzanares (LIM)






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